En noviembre se celebra el Día Nacional del Trabajo Social. Destacamos su rol y aporte profesional en diferentes organizaciones.
El trabajo social es una profesión que difícilmente se puede ejercer sin vocación. El arte de abrir caminos y conectar personas, familias, profesionales y organizaciones, para encontrar soluciones (a veces muy ingeniosas) requiere de habilidades especiales. Es un profesional cercano para todos, que al escuchar la frase: “Señorita, ¿se acordó de lo mío?”, inmediatamente une caras, situaciones e información, para en segundos entregar una respuesta a quien le confió sus inquietudes.
Tienen habilidades innatas para escuchar, contener, llamar, coordinar, apoyar y contribuir a hacer diferencias en la vida de las personas. Esas diferencias de las que no siempre son conscientes hasta que escuchan: “muchas gracias, señorita, “siempre me acuerdo de usted”, o les envían fotos del hijo en su graduación o de la familia posando delante de su casa nueva.
Si les preguntamos por experiencias de su vida profesional podríamos estar horas escuchando historias, y aunque no todas terminan con final feliz, en todas encontraríamos en común un trabajo apasionado al servicio de los demás.
Su rol en Pandemia
El trabajo social es una profesión que se debe actualizar y adecuar a nuevos contextos de manera rápida y eficaz. Los contextos sociales hoy son especialmente cambiantes y esto no puede ser un impedimento para abrir nuevos caminos. Durante la pandemia, el rol de estos profesionales ha sido fundamental. Entre muchas funciones, han debido ser educadores y apoyar en el acceso a nuevas políticas y beneficios, contener frente a perdidas de cercanos significativos, asesorar en temas de salud mental y relaciones familiares, desarrollar estrategias de apoyo para los trabajadores enfermos y ser un puente en entre ellos y la empresa en pro de un retorno seguro.
Su rol en Pandemia
La masificación del uso de las nuevas tecnologías y la digitalización que impuso la pandemia en el trabajo y la vida diaria suponen un nuevo reto (ver “El salto tecnológico que provocó la pandemia en la gestión de los seguros de salud”), y también brechas para una parte de la población que por edad, falta de preparación y acceso no maneja estas herramientas fundamentales para acceder a cosas tan básicas como la ficha de protección social y la postulación a muchos beneficios públicos y privados.
Esto obligó a los trabajadores sociales a tener que actualizar sus competencias para trabajar en plataformas digitales durante el confinamiento, y a traspasar esos conocimientos para apoyar a la población en el acceso a esos beneficios.
Su importancia en las empresas
Sus conocimientos y experiencia son vitales para el área de recursos humanos en el diagnóstico y solución de las inquietudes de sus trabajadores, pero también para diseñar programas de prevención y educación para situaciones de riesgo. Esto contribuye a mejorar su calidad de vida y que los trabajadores puedan poner toda su atención y energía en sus labores.
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